martes, 23 de septiembre de 2008

Tictac, tictac, tictac... Reloj ¿qué estás tramando?



Nos relacionamos con la vida en términos narrativos. Sabemos lo que pasa y lo que nos pasa en la medida en que somos capaces de amoldar los sucesos al esquema de un cuento. El acontecer del mundo y la propia vida tienen un carácter abierto que nosotros acorralamos en historias con principio, nudo y desenlace; tejiendo una trama que satisface nuestra necesidad de control. Nos sentimos más seguros en el cuento que en la vida, porque la ficción nos da una ilusión de sentido del que la realidad carece.

En “Breve introducción a la teoría literaria” Jonathan Culler cita un perspicaz ejemplo de Frank Kermode, el autor de “El sentido de un final”, sobre hasta qué punto estructuramos narrativamente lo que nos rodea, en este caso el tiempo:

Frank Kermode advierte -escribe Culler- que cuando decimos que un reloj hace tictac estamos otorgando al ruido una estructura ficcional, que diferencia entre dos sonidos que, físicamente, son iguales, de modo que tic sea un principio y tac sea un final. “El tictac del reloj me parece ser un modelo de lo que llamamos trama, una estructuración que da forma al tiempo y así lo humaniza”.

Desde que leí ese párrafo, siempre que estoy cerca de un reloj aguzo el oído para asegurarme del indistinto sonido del segundero: Tic TicTicTicTicTicTicTicTicTicTicTicTicTic....

1 comentario:

Unknown dijo...

Es que el reloj marca las horas... Las líneas de la mano izquierda llevan escrito el destino con el que nacemos, las de la derecha, sin embargo, marcan los cambios realizados en aquellas otras... Aprendí algo hace poco: se leen de abajo a arriba, de tal forma que el principio empieza en un cruce y el final termina difuminándose en múltiples líneas pequeñitas... tic- tac...
La ficción así es causante de los cambios en las zurdas, de los cruces, bifurcaciones y de todo.
Bueno, después de pasar este ratito me despido de vos.
Decirte que veo que Kori fue buena maestra en clases de blogger.
Me ha encantado todo lo que he podido leer y ver!
Muy guapo Fidi!