lunes, 8 de septiembre de 2008

Europe is living a celebration


"Vais a acabar de Europe´s living a celebration hasta las orejas"
Rosa, un día antes de cantar en Eurovisión.

El 25 de mayo del 2002, con 14.380.000 espectadores, las votaciones del Festival de Eurovisión se convirtieron en el momento más visto de la televisión en España. Hagan memoria: Celebration, celebration... Rosa de España, voz principal; Bisbal, Bustamante, Chenoa, a los coros. Operación Triunfo primera temporada. La canción elegida: Europe´s living a celebration. Hubo revuelo y escrúpulos estéticos, pero nadie pareció fijarse en su discurso totalitario. El tópico de la traición de la música -que anonada los sentidos e impide la comprensión de la letra-, pareció cumplirse; hasta el punto de hacer pasar desapercibido el tufillo fascistoide del himno que nos representó en el concurso de todas las televisiones públicas europeas.

El carácter institucional del evento eurovisivo, el que en la elección del tema y de la representante participara la audiencia –mediante voto telefónico y de pago-, y, sobretodo, el fenómeno masivo que supuso, confieren un valor extraordinario a esa “inocente” canción. Veamos qué idea de Europa promociona, qué celebra con tanto bombo y tanto platillo.

Pero antes de pasar al análisis de la canción, hablemos de su intérprete, Rosa López, y del valor metafórico que alcanza su transformación. Rosa López, destinada a despachar pollos asados tras un mostrador de Armilla (Granada), con serios problemas de vocalización, gorda y con gafas, se convertirá en la protagonista y ganadora de Operación Triunfo. Rosa, que parece que se ha colado accidentalmente en el programa, será la que experimente la gran transformación mítica, como una cenicienta informe que asciende del encierro doméstico al reino de los cielos. En el camino tendrá que soportar un duro régimen alimenticio, un cambio de gafas, de melena y hasta de dentadura. Una metamorfosis espectacular que la audiencia premiará, semana tras semana, haciendo de ella la eterna favorita.

De esta forma Rosa López acabará por representarnos en Eurovisión, encarnado simbólicamente esa otra transformación, la de España: un país cazurro y atrasado que en tiempo record ha experimentado la modernidad y un desarrollo económico sin precedentes, haciéndose hueco en una Europa que hasta hace poco terminaba en los Pirineos. Rosa, encarnación de la nueva España europeista, Rosa de España.

Además de la intérprete hacía falta, claro, una canción que sintonizara con el sentir popular, una canción con la que el público se identificara. Para estas urgencias, la productora, contaba con compositores de la talla de los hermanos Toni y Xasqui Ten, uno de los pilares ¿creativos? de la discográfica Vale Music. En una entrevista del 2004, ante la inquisitiva pregunta de qué música se está obligado a hacer hoy en día, los hermanos exponen por turnos el amor mercenario que les une a su trabajo:

Toni Ten– Nosotros sabemos que la música que hacemos no la compraríamos en una tienda, personalmente construiría otro tipo de música. Pero lo que es innegable es que hay una demanda, la gente consume un tipo de música determinado y nosotros estamos para dar cobertura.
Xaqui Ten– Realizamos mucha música para el verano que son canciones con fecha de caducidad. En el pasado una canción podía mantenerse número uno del hit parade durante meses, pero eso ahora es imposible. Son canciones con fecha de caducidad. Por poner un símil hacemos música fast food .

Hamburguesas sonoras para todos. Lo que nos interesa aquí, en el análisis de esta canción, es la actitud de componer pensando en el gusto masivo. Construyamos un hit europeísta, debieron de pensar al alimón los hermanos Ten, un hit que mezcle la peripecia personal del ganador de OT con nuestra Europa, un hit fast food que le guste a toda España. Se pusieron manos a la obra y les salió, supongo que sin darse cuenta, un himno totalitario. Un himno que fue refrendado por la audiencia resultando elegido para representar a España. Música hooligan y versos definitivos:

Celebration, celebration…

Estoy feliz de encontrarme hoy aquí
Y no me preguntes más por qué
Ya corre en mis venas la emoción
Y nace en mí una ilusión
Empieza algo nuevo en mi interior
Que me lleva a ti
Un camino por hacer
sin nada que esconder


Rosa y España están contentas de estar en Europa. Una felicidad puramente emocional, sin complejos ni desvelos intelectuales, ante la que sobran las preguntas y las razones: y no me preguntes más por qué. La unión europea es algo visceral, que nace en el interior de sus miembros y miembras, como un destino irremediable. Un camino por hacer sin nada que esconder: como si la construcción europea no tuviera nada que ocultar y fuera fruto de la fraternidad. Yo no sé ustedes, pero a mí que alguien me diga que no tiene nada que esconder me hace sospechar, y aún más si no me deja preguntarle. En mayo de 2002 ya llevábamos cinco meses con el Euro, y habría sido oportuno preguntar por el encarecimiento de la vida que el cambio de moneda había supuesto. A las canciones, como a cualquier obra de ficción, hay que hacerle preguntas. A lo mejor nuestra representante en Eurovisión, con su natural gracejo, nos habría respondido, -como respondió cinco años más tarde el ministro Solbes- que la subida de precios era porque los españoles no sabíamos lo que vale un euro, y nos dejábamos el sueldo en propinas. Los españoles, ya se sabe, siempre celebration, de mostrador en mostrador. Pero no perdamos el hilo que llega el primer estribillo:

Europe´s living a celebration
Todos juntos a cantar
Europe´s living a celebration
Nuestro sueño una realidad


Con tanto confeti, los hermanos Ten, no repararon en que la frase que da título a la canción y constituye el estribillo, es decir la parte de la canción más repetida y coreable, está mal construida; que en inglés el verbo vivir no se aplica a celebraciones. ¿A quién le importa? La máquina está en marcha y hacer el ridículo forma parte de la fiesta y del espectáculo. De hecho, el personaje de Rosa se hizo fuerte en Operación Triunfo gracias a -y no a pesar de- su ignorancia. De esto ya escribiré algo en el siguiente post, quedémonos ahora en el mensaje del estribillo, en esa celebración de un sueño hecho realidad, que presenta a Europa, como una utopía cumplida en la que todos cantamos juntos.
Atentos que ahora, como tantas veces en la Historia, después del sueño hecho realidad, llega la pesadilla totalitaria:

No se oigan jamás las voces que no
Nos dejen dar el paso final
Si existe en nosotros la pasión
Y brilla una luz en tu interior
Ahora el tiempo nos cambió
Y será para siempre
No dudes por favor
Lo dice el corazón


Verso a verso, golpe a golpe, los iluminados soñadores avanzan aplastando la discrepancia: No se oigan jamás las voces que no nos dejen dar el paso final. Un paso irremediable, para siempre: el paso final, el fin de la historia que Fukuyama proclamó con la caída del muro de Berlín, declarando a la democracia formal y al capitalismo como estación terminal, como cota de la evolución histórica más allá de la cual solo existen involuciones trasnochadas. En verdad, esta pretensión definitiva es común a todos los regímenes políticos, el poder siempre ha tratado de confundir su realidad histórica con el reino de los cielos. O lo que es lo mismo, los poderosos siempre tratan de presentar su dominio como algo natural y, por tanto, necesario. Todos juntos a cantar: vivimos en el mejor de los sistemas posibles y será para siempre. Y no lo dudes, por favor, lo dice el corazón ( y si dudas tampoco importa porque tu voz no se oirá jamás). Pensamiento Único y Sentimiento Único, por favor.
Retorna el ritornello victorioso:

Europe´s living a celebration
Todos juntos a cantar
Europe´s living a celebration
Nuestro sueño una realidad


Y un amoroso ruego:

No nos dejes amor (no lo hagas por favor)
No digas adiós (nunca jamás)
Y crece porque tengo la fuerza y la ilusión


Tanta insistencia en que no les abandonen parece atribuir más fuerza a los discrepantes antieuropeístas de la que realmente tienen. Durante la campaña para el referéndum sobre la constitución europea (2005), la lucha principal de los partidos mayoritarios, a favor del sí, no fue la lucha de las ideas sino la de la participación. Y así se pasaron la campaña tratando de entusiasmar a los votantes, apelando a la emoción y sin dar demasiadas razones. El que solo participase un 42% del censo, la participación más baja de la historia desde la llegada de la democracia a España, muestra la apatía generalizada, esa aceptación desganada ante la inevitable imposición de Europa. En este sentido, no está de más recordar que el resultado del referéndum no era legalmente vinculante para el gobierno, es decir que se trataba de una mera consulta para respaldar la posterior ratificación parlamentaria del tratado. El caso es que Europa por mucho que insistan, es una fiesta aburrida, y algo de esta apatía debieron de intuir los compositores de Europe´s living a celebration cuando nos ruegan tan amorosamente que no les digamos adiós; nunca jamás.
Con interesantes variaciones llega el estribillo final:

Europe´s living a celebration
Nuevos tiempos la necesidad
Europe´s living a celebration
Es tu fiesta y no hay marcha atrás

Un himno hooligan, de chunda-chunda y sílabas alargadas. Un hit fast food que muestra el desprecio a la razón en favor de la emoción y la fuerza (“¡Muera la inteligencia!” que diría Millán Astray); que declara su voluntad de aplastar la discrepancia; que pregona como inevitable, irreparable y necesario su paso final; que se presenta a sí mismo y a Europa como un sueño, una utopía realizada, de la que no puedes escapar porque es tu fiesta y no hay marcha atrás. ¿Qué pasaría si en lugar de Rosa de España el intérprete de esta “inocente” canción fuera, por ejemplo, Iñaki de Juana Chaos? Hagan la prueba, basta con sustituir Europa por Euskadi: Euskadi´s living a celebration. ¿No les entra el tembleque? Me dirán, y con razón, que una cosa es Europa y otra Euskadi, pero el demagógico ejemplo sirve para descubrir el totalitario y aberrante discurso que, en boca de Rosa y los chicos de Operación Triunfo, pasó totalmente desapercibido.
Ahora, por fin, les dejo con el video. Prometo volver pronto con el análisis de otra canción de Operación Triunfo. Hasta nuevo aviso, buenas noches y dulces sueños.


No hay comentarios: