viernes, 28 de noviembre de 2008

El Hombre delgado en el telediario (14-11-2005). Redoble de autobombo.


Fue divertido salir en el telediario. A día de hoy, tres años después, aunque me pese un poco quedar como un payaso, me alegro mucho de ver la exposición en la antigua galería Moriarty, con las obras de Miki Leal, Alberto García-Alix, Mireia Sentís, Miguel Moreno, Chechu Álava, Fede Guzmán, Nacho Luna, Raquel Manchado, Quico Rivas, J. R. Moreno, MP Rosado, Adam Jorquera y Herminio Molero.

Salir en el telediario hace que mucha gente te vea y que los antiguos compañeros de colegio te llamen, después de veinte años, para saber de ti. La familia se pone muy contenta y algún amigo hasta te pide dinero. El reportaje de la exposición y de la salida del libro-disco de El Hombre Delgado cerró, aquel lunes 14 de noviembre del 2005, las dos ediciones del telediario de la uno. Más tarde, en versión reducida, estuvo unos días como noticia cultural en el canal Euronews.

Como era un proyecto bastante atípico, y en el que participó mucha gente de manera voluntariosa, salir en la tele nos dejó con la sensación de haber marcado un gol. Por la escuadra. A Herminio Molero lo saludaban en su pueblo; Quico Rivas, con su tono de amable conspirador, me llamaba desde una cabina celebrando la infiltración; Borja Casani, que lo vio por la noche, me dijo que a Estopa, que tenían disco nuevo o algo así, los habían sacado solo unos segundos y que en cambio, el hombre delgado y compañía habían estado una barbaridad de tiempo. A mí se me hizo larguísimo también y me vi como si no fuera yo, pero sabiendo que era yo. Hay gente que mata por salir en el telediario, literalmente, y luego uno se ve como un muñeco. Aquí tienen dos minutos de exposición y performance:


En cualquier caso, estoy contento de haber salido diciendo lo que dije: No se rinda a la hipoteca, no se rinda al atasco, no se rinda a un trabajo miserable: aprenda a vivir del aire. Fue hace tres años, cuando la fiebre de la especulación hacía su agosto, ya saben, aquello de cómprate un piso por 30 millones y al año lo vendes por 40. Antes de la crisis estar promocionando la épica de la precariedad en el telediario tenía su aquel. La crisis para algunos lleva ya muchos años y cuando ha llegado a los telediarios es porque han empezado a perder los que antes ganaban a manos llenas. El otro día entre los poquísimos manifestantes que asistieron a la concentración del 15 de noviembre en la Puerta del Sol contra el Socialismo para Ricos, una chica llevaba una pancarta donde se podía leer: Ahora lo llaman crisis, y lo de antes ¿qué era? En fin, desbarro como siempre.

¿Come o no come?

El periodista que hizo el reportaje fue J. Benito Fernández, el autor de la biografía de Haro Ibars: los pasos del caído y de El contorno del abismo. Vida y leyenda de Leopoldo María Panero, y el reportaje lo hizo bastante bien. A mí me encanta el momento en que la cámara apunta al Chupa-chups de mármol de Fede Guzmán, que estaba coronado por chupa-chups de mariguana que los visitantes podían coger, y la voz en off pregunta: ¿comerá el hombre delgado caramelitos de yerba? Luego encuadra la pintura de Adam Jorquera con mi estampa sombreando un plato lleno de mierda, y la voz entona un lastimoso: el hombre delgado está delgado porque tiene el plato vacío, no come.

En realidad, el personaje del hombre delgado no come por no prestarse al chantaje establecido: si el que no trabaja no come, el hombre delgado no come. Prefiere vivir del aire a morir de asco. La historia de la humanidad como decía Erich Fromm, se ha forjado bajo la amenaza del hambre, una psicología de la escasez que obedece la ley de que el que no trabaja no come. Por eso el hombre delgado no come, porque tal y como están las cosas la comida así ganada le sabe a mierda. Es un decir metafórico, no se lo tomen a mal, el hombre delgado es un personaje de ficción hecho, amablemente, para crear fricción. A mí me sirve para ordenar mis canciones, y para mostrar el mundo que me rodea.

Despedida y cierre

A los del telediario hay que agradecerles además que pusieran dos montajes y alternaran las 13 obras para que pudieran verse todas. Su buen hacer permite disfrutar tres años después la exposición al completo. Y reírse un poco del cantante. Aquí les dejo el video del telediario de la noche:


El episodio de comisariar aquella exposición la conté en el libro-disco que presentábamos, y el texto está en la web, en obras.

Otra cosa fue lo que pasó después, los desastres naturales y lo que sigue pasando.
Como dijo el venerable Chögyam Trungpa, hay que vivir la vida como un experimento.

2 comentarios:

Coral Herrera Gómez dijo...

Hoy se me saltó el corazón de alegría al abrir el País y en contrarte en el Babelia... y he recordado cuando Ana Blanco, en el telediario, habló de ti y a mí me pareció irreal. eras tú, sí, pero el tiempo transcurría de otro modo. :)

Yo sigo declarandome gran fan tuya, sin disimularlo lo más mínimo... por eso en días como hoy me siento super orgullosa de formar parte de tu vida y de poder asistir a la concepción y creación de tus proyectos musicales y literarios.... es todo un lujo escuchar tus canciones y oírte hablar del proyecto, de la exposición, y de tu concierto... a ver si te animas y te das otro pronto en Madrid, que estoy deseando verte (me quedé con las ganas de verte cuando tocasteis en la Boca del Lobo).

Un besito, Fidi. Vamos llegando.

Anónimo dijo...

¡Escanealo por Dios y cuelgalo que yo no he pododo verlo!