jueves, 25 de diciembre de 2008

Curso de Andaluz. Arte y poderío al alcance de cualquiera.


Una amiga madrileña tuvo que interpretar un papel de andaluza en una obra de teatro. Como actriz concienzuda que es, buscaba entrenamiento cuando casualmente se cruzó conmigo. Yo que en Madrid destaco por mi acento andaluz y en Andalucía por mi deje madrileño, no quise darle la réplica, de lo cual, ahora y por otros motivos, me arrepiento.

De lo último que se da cuenta el pez es del agua, quiero decir, que yo no soy muy consciente de mi acento salvo en el espejo de los demás. Y el espejo de los demás inevitablemente está empañado de prejuicios. Cuando llegué a Madrid, hace 13 años, notaba que cuando hablaba la gente se reía. Supongo que no se trataba sólo del carácter diferencial de mi acento; desde hace al menos setenta años, en España, el reparto de estereotipos regionales hace recaer en el andaluz el papel de gracioso. Durante el franquismo lo andaluz se tomó como representación de la quintaesencia española, el lema de “pobretes pero alegretes” se encarnaba perfectamente en el tópico del andaluz siempre dispuesto al fandangueo y el chascarrillo.

El andalucismo hunde sus raíces en la fascinación por el folclore y la lírica tradicional que sintieron Lorca y Alberti y otros poetas de la generación del 27, pero su vuelta de tuerca y vulgarización la alcanza, sin duda, en los años cuarenta donde lo auténticamente español se nutre de ese sustrato de mujeres morenas, vino y faralaes. Cientos de canciones vienen a glosar la peculiaridad española que no es más que la gracia y el duende de lo andaluz. Es la época de la autarquía, no se olviden, y como nadie quiere tratar con un régimen fascista, las autoridades locales jalean un continuo “ellos se lo pierden” y un “como España no hay ná” que un poco más tarde, con la llegada de los turistas, cristalizará en el lema "Spain is diferent". Es un mecanismo de defensa, la historia del pobre loco que reacciona ante su marginación creyéndose nada menos que Napoleón Bonaparte. Pues bien, el sombrero de Napoleón de la España franquista fue el andalucismo, “un arte que no se pue aguantá”.

Luego las cosas cambiaron relativamente, la copla perdió protagonismo, pero un andaluz siguió siendo un andaluz en el imaginario español, esto es, alguien poco amigo del trabajo, aficionado a la fiesta, buen contador de chistes, etcétera. Lo andaluz pasó de definir la peculiaridad española a cargarse, ahora que somos europeos, de una simbología étnica; una suerte de atavismo folclórico. Un andaluz ahora no es más que un español asilvestrado.

Me acuerdo de una amante madrileña a la que sus amigos, igualmente madrileños, al enterarse de sus escarceos conmigo la llamaban “killa”. “La killa”, qué guapa era y qué bien pronunciaba las eses... En cualquier caso, lo que más me molesta no es que de Despeñaperros para arriba la gente automáticamente se sonría al escuchar hablar con acento andaluz, sino precisamente los andaluces que abrazan amorosa y acríticamente el estereotipo del gracioso. Como si los catalanes se enorgullecieran y llevaran a gala ser tacaños.

En fin, esta entrada se me ha hecho larguísima. Solo quería presentar un curso de andaluz para compensar a mi amiga actriz por mi negativa de entonces, por si alguna vez le sale otro papelito de andaluza en una obra, para que pueda practicar sin necesidad de nadie que le de la réplica. Con todos ustedes, el Follow Me andaluz, más concretamente andaluz jerezano. En este curso además de aprender a manejarse con poderío dialectal se enseña cómo reírse del propio estereotipo sin dejar de ser gracioso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Grasia illo, lo vi aprendé a baze de bien, er onoé?

Anónimo dijo...

Fidel, soy un seguidor de lHombreDelgado , desesperado por poder conseguir un CD de tu disco, de los desconciertos, que no encuentro por ningun lado y que desde la web me es imposible pedir.

Desde un Concierto en mi ciudad te sigo y me gustaria tener el CD, podrias ayudarme ?.

Gracias de antemano.

EL HOMBRE DELGADO dijo...

En principio, tanto El Hombre Delgado, como El Hombre Delgado y los desastres naturales, se pueden comprar o encargar en la FNAC; sino, por internet, en Zona de Compras puedes comprar los dos libros-discos y te lo envían a casa. La dirección es: http://www.zonadecompras.com/artista.asp?idartista=24150
Espero que no tengas problemas. Muchas gracias y cualquier cosa, ya sabes donde estoy. El comprador de discos es una especie en peligro de extinción. Un abrazo amigo.

Rocker World Citizen dijo...

Hola Fidel! Ha sido una suerte porder saludarte y contactar por tu blog. Aquí en México habemos un puñado de amigos que gustamos de la música con propuesta, y entre ellas nos ha gustado mucho el trabajo de "El hombre Delgado".
Enhorabuena! y esperemos que pronto salga tu segunda producción.
Saludos desde el otro lado del charco