miércoles, 11 de febrero de 2009

Con un corazón artificial la vida es un musical


Para los corazones salvajes, para los corazones cansados de latir, para los pobres corazones infartados, he aquí la solución: un corazón artificial, orgánico para mayor compatibilidad y menores rechazos.

¿Su corazón está en riesgo? No lo piense más, en estos tiempos en los que el amor es un desastre cruelmente intermitente, nada más práctico y saludable que un corazón artificial. No deje pasar San Valentín sin adquirir uno. Ellos, tan salvajes, lo probaron, y volvió el amor para toda la vida:


Porque con un corazón artificial, la vida es un musical. Así que ya lo sabe, si quieren su happy end, corazones artificiales a tutti plen.